jueves, 2 de julio de 2015

NUTRICIÓN PARA LA DANZA


La alimentación de los bailarines

La imagen típica de la bailarina etérea, sin redondeces ni lastres de grasa es relativamente reciente. Según Josep Toro, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona y consultor senior del Servicio de Psiquiatría y Psicología Juvenil del Hospital Clínico de Barcelona, "el fenómeno de la delgadez extrema de los bailarines se popularizó a mediados del siglo XIX, donde la danza contempla a sus profesionales como seres fantásticos, duendes, ninfas y sílfides, regidos físicamente por una dictadura estética que exige una extraordinaria figura corporal".
Los estereotipos creados en el mundo de la danza han llegado a exigir pesos extremadamente bajos a los bailarines, incluso a los que están en pleno proceso de maduración puberal, lo que dificulta su crecimiento y desarrollo. Un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18 ya corresponde a bajo peso, es decir, a un peso que no permite mantener al organismo en condiciones normales de salud.
Una alimentación baja en calorías para mantener la línea no tiene por qué estar reñida con el equilibrio dietético
Sobre la ingesta alimentaria de los bailarines influyen, además de los cánones preestablecidos referidos a la figura corporal, el tipo y los horarios de un trabajo que se reparte entre las giras, las funciones y los ensayos. En un importante trabajo de investigación, de referencia para muchos autores, publicado ya hace unos años en el "Clinics in Sports Medicine", se registraron los hábitos alimentarios de bailarinas miembros de una importante compañía de ballet profesional. En él se constató como el 75% del grupo consumía menos del 85% de las calorías necesarias; el 40% ingería menos del 66% y el 20% menos del 50%. Además, los déficits de todos los nutrientes eran muy elevados.
Durante los períodos de ensayo o de creación en sede, el horario de trabajo se puede desarrollar desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde. Suele ser una práctica extendida entre los bailarines el omitir el desayuno o la comida o sustituir alguna de estas ingestas por barritas energéticas o algún snack, con el riesgo que esto comporta, ya que de esta manera afrontan las horas de mayor actividad física sin reservas energéticas suficientes.
En épocas de gira, donde los ensayos y las funciones se programan durante la tarde-noche, se dedica más tiempo al desayuno, se hace una comida ligera y la cena es más completa y se convierte en el aporte de nutrientes principal de la jornada tras la actuación. De esta forma se llegan a cumplir de forma algo mejor las tres ingestas diarias mínimas recomendadas para cualquier persona adulta sana.

Nutrición y delgadez: un delicado equilibrio

La práctica del arte de la danza, que utiliza el cuerpo como su principal medio de expresión, necesita de unos conocimientos mínimos sobre fisiología, nutrición y dietética. Cómo gestiona el organismo sus reservas, cómo se da la producción de energía a partir de los nutrientes que se ingieren con los alimentos y, en definitiva, cuándo y qué comer para rendir y disfrutar de la actividad son conocimientos muy valiosos para cualquier profesional que pretenda cuidarse.
La flexibilidad, la fuerza muscular, la potencia, la resistencia y el rendimiento cardiovascular no se pueden trabajar y mantener en el tiempo sin una alimentación adecuada. Según Francisco Manzanera, conocedor de la dietética aplicada a la danza, que ha formado parte de la Compañía Nacional de Danza dirigida por Nacho Duato y que ha trabajado con el Lyon Opera Ballet (LOB) y el Conservatoire National Supérieur de Musique et Dance de Lyon (CNSMD), "los objetivos nutricionales de los bailarines deberían de ser cuatro: la normalización de las ingestas nutricionales, la hidratación y la reposición electrolítica, una ingesta normalizada de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) y la suplementación con micronutrientes (vitaminas y minerales)".
La energía para el movimiento se obtiene de tres fuentes principales: los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. El consumo de estos nutrientes de forma equilibrada puede aumentar las reservas energéticas que el organismo alberga en los músculos, el tejido adiposo y el hígado. La práctica errónea de ahorrarse ingestas durante el día puede llevar a la pérdida incluso de proteínas provenientes del músculo, lo que empeora el rendimiento, limita la flexibilidad y empobrece la actividad.
Una alimentación baja en calorías para mantener la línea no tiene por qué estar reñida con el equilibrio dietético. Se necesita un buen consejo profesional para poder construir una buena arquitectura nutricional que se amolde a cada caso en particular y que asegure al bailarín la compenetración entre su baile y su salud. Está demostrado que no hay fórmulas mágicas para perder peso.

DESÓRDENES ALIMENTARIOS

Las actitudes erróneas frente a la comida y la conducta alimentaria insana suelen darse con más facilidad entre personas que practican la danza (sobre todo clásica, ballet) queentre otros individuos de la misma edad que no la practiquen. En este sentido, desde el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Sidney, en Australia, se han publicado algunos trabajos que documentan lo que otros muchos centros de investigación ya han constatado, y que ya es evidente en la calle.
Los expertos relatan cómo las bailarinas estudiadas presentan menos peso corporal y menos grasa que sus compañeras de estudios que no practican ballet. Están más preocupadas por su peso, por sus pensamientos sobre la comida, no comen entre horas y utilizan los laxantes como método de adelgazamiento. Los investigadores afirman que la presión que ejerce el hecho de tener que estar por debajo de lo que se considera el peso normal afecta no sólo al control de la comida y el peso, sino a toda su forma de vida.

DIETA PARA BAILARINES

Cómo alimentarse es una pregunta usual entre l@s bailarin@s. Las personas externas a nuestra comunidad también preguntan con frecuencia acerca del tema, pues asocian la belleza y la salud del cuerpo de algun@s bailarin@s con su manera de alimentarse.
Hasta cierto punto esa asociación puede ser cierta pero, como has de saber, ese cuerpo saludable y eficiente necesita ser cultivado con una aplicación razonable de tanto una dieta balanceada como de una practica de danza que sea adecuada a cada persona. No existe una ‘dieta mágica de la danza’ o una ‘manera secreta de alimentarse’ entre los bailarines. En lugar de ello, lo que construye la tan aclamada belleza de l@s bailarin@s es una manera saludable de vivir en general, de la cual la dieta para bailarines sólo es una parte.
Puedes estar pensando en el ballet, ya que muchas personas admiran la delgadez de sus bailarin@s. No es una regla, pero intentar ser tan delgado implica un alto riesgo de adquirir desórdenes alimenticios. Esto es una amenaza real para la salud de cualquier persona, por lo tanto es muy importante que l@s bailarin@s entiendan que una dieta deliberada debería pretender primordialmente darles salud y eficiencia por encima de objetivos estéticos.
Un valor importante de la danza contemporánea es el hecho de que admite un campo inmenso de posibilidades creativas y expresivas, el cual incluye y acepta al cuerpo humano en sus múltiples facetas. Por esto, la construcción de cuerpos ideales, estereotipados o de acuerdo con la moda y el mercadeo no es una regla entre nosotros, e incluso es a menudo algo rechazado.
Por lo tanto, voy a describir una dieta para bailarines que se focaliza en el mantenimiento de la salud y en la capacidad efectiva para desempeñarse como intérprete. Esto no evita que, en un largo plazo, los bellos cuerpos que la gente tanto admira, puedan aparecer como un efecto secundario de su aplicación apropiada.

Alimentarse, junto con respirar, es una de nuestras dos maneras de adquirir la energía básica para estar vivos. Pero, la manera en que esa energía tiene un efecto en nosotros no depende solamente de lo que comemos. También depende del momento en que ingerimos los alimentos y de la cantidad (o dosis) de cada ingrediente que consumimos.

QUE - CUÁNTO - CUÁNDO

Ahora bien, es muy importante recordar que los efectos de nuestra manera de alimentarnos no se limitan a darnos fuerza bruta y física o a volvernos delgados u obesos. El modo general en el que nos alimentamos determina nuestras habilidades mentales y estado de ánimo tanto como a nuestras diferentes posibilidades de gastar energía.
Por lo tanto, es aún mas importante ser cuidadoso al respecto, ya que un@ bailarin@ necesita los tres componentes para ser capaz de ejecutar las difíciles rutinas coreográficas o soportar nuestros largos días de trabajo (de clase, ensayo y función…).
Yo creo que l@s bailarin@s deberían mantener una dieta similar a la que necesita cualquier persona. Los ajustes deberían hacerse solamente en la cantidad de alimentos que se consumen, de manera que se adecúen al gasto extra de energía de las actividades físicas y compromisos profesionales de cada uno.
La regla principal de una dieta, con la cual están de acuerdo la mayoría de los nutricionistas es que sea BALANCEADA.
EL balance en la dieta significa que:
1. Comes en la cantidad apropiada de cada uno de los grupos de alimentos.
2. Las cantidades son adecuadas para cada bailarin@ y su gasto diario de energía.

El balance es el QUÉ - CUÁNTO y CUÁNDO apropiados para ti. Esto significa que las cantidades de comida son siempre relativas a tu tamaño y la cantidad de energía que gastes.
Los siguientes son los cinco grupos principales de alimentos, tal como son reconocidos generalmente y en sus respectivas proporciones diarias:
- Frutas y vegetales (30%)
- Carbohidratos: se encuentran en alimentos como el pan, la pasta, las patatas, el arroz o el maíz (30%)
- Proteínas: carne, pescado, aves, huevos (20%)
- Leche y lácteos: como el queso o el yogurt (15%)
- Grasas y azúcares: mantequilla, aceites, salsas y todo tipo de golosinas (5%)


Esto es en lo que concierne a QUÉ comer y CUÁNTO.
Ahora bien, CUÁNDO comerlo:
De acuerdo con la mayoría de nutricionistas, se recomienda dividir la alimentación en cinco o seis comidas durante el día, en lugar de ingerir grandes cantidades solamente en tres comidas diarias. Esto debería mantener niveles más estables de azúcar en la sangre y por lo tanto ayudaría a evitar enormes ataques de apetito o debilidad, causados por largos períodos de ayuno.
Según esto, puedes tomar las tres comidas principales comunes (desayuno, almuerzo y comida, o en el caso de los españoles desayuno, comida y cena), en proporciones moderadas y balanceadas, de manera que aún puedas comer dos o tres pequeñas meriendas entre ellas.
Idealmente, deberíamos comer algo por lo menos cada tres o cuatro horas durante el período de vigilia. Esto es aún más importante si estarás entrenando y ensayando fuertemente, por lo que no olvides llevar contigo pequeños bocados saludables (como frutas, un yogur o pequeño sándwich), para evitar las grandes subidas y bajadas de tus niveles y ritmo metabólico.

CONSEJOS PARA LA DIETA DE BAILARINES: 

A continuación te propongo una lista de consejos seleccionados de una dieta para bailarines:

- El agua es un complemento necesario de una dieta para bailarines balanceada. Recuerda que tener sed es un signo de ya estar deshidratado. Lo ideal es no esperar hasta entonces sino beber moderadamente con regularidad. Tomar agua es recomendado antes, durante y después de clase, ensayo o función, además de asegurarte de beber al menos un vaso cuando despiertas.
- Sé preventivo y planea la comida que debes llevar contigo para los largos días de clase, ensayos y función.
- Toma un buen desayuno, incluso si no tienes hambre al despertar. No tienes que consumir grandes cantidades, pero deberías ingerir al menos una porción de cada uno de los grupos de alimentos. Esto te ayudará a evitar los grandes ataques de apetito, la debilidad o incluso los malestares durante el resto de la jornada.
- Incluye proteínas en cada una de las comidas principales. Esto no solamente te ayudará a regular enormemente el apetito, sino que asegurará tus reservas de hierro (esto es muy importante para las chicas en particular, ya que ellas tienen la pérdida regular de sangre durante el período).
- Nunca lo olvides: 5 porciones de frutas y/o vegetales diarias.
- Si mantener esta dieta para bailarines es muy difícil para ti, impleméntala gradualmente. Intentar cambiar los hábitos alimenticios de manera radical puede darte demasiado estrés y crea el riesgo de adquirir el síndrome de desorden alimenticio.
- Date gustos cada cierto tiempo (un helado, chocolates, lo que se ajuste mejor a ti). Dicen los nutricionistas que incluir esta práctica puede ayudar a asumir mejores hábitos alimenticios gradualmente.
- El tamaño de las porciones: si crees que estás manteniendo una dieta para bailarines balanceada pero aún te sientes sobrealimentad@, puede ser por una cuestión del tamaño de las porciones que ingieres. Comienza a disminuir el tamaño de todo de manera lenta, proporcional y gradual hasta que sientas que has llegado a un estado saludable.
- Si puedes costearte exámenes clínicos y de sangre cada cierto tiempo, invierte en ellos. Tener orientación médica siempre puede ayudarte a medir tu comprensión y buen uso de esta dieta para bailarines.


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